La máscara
Sin embargo, Elizabeth no mostraría gran parte de su rostro al mundo. Su respuesta a su desfiguración fue poner tanta cerusa veneciana como fuera necesaria para ocultar sus cicatrices. Pocos la vieron alguna vez sin las cosas grizzly después de su convalecencia. Si ha visto muchas pinturas, películas y otros medios que muestran a Elizabeth con una máscara blanca gruesa, ahora sabe por qué. Había una triste realidad detrás del siniestro rostro.
La máscara
El círculo interior
Había solo unos pocos individuos selectos dentro de la corte de Elizabeth que alguna vez lograron mirar el rostro real de Elizabeth. Este círculo íntimo estaría entre las pocas personas que vivieron y que fueron testigos de la deformación gradual del rostro de la reina. Su rostro, que ya estaba muy dañado por los síntomas de la viruela, sufriría aún más gracias a las propiedades tóxicas de su maquillaje preferido. Sorprendentemente, la mayoría de las personas fuera del círculo íntimo de Elizabeth estarían convencidas de que ella todavía era perfectamente hermosa, con el mérito de la acertadamente titulada “máscara de la juventud”.
El círculo interior
